domingo, 20 de septiembre de 2009
Miedo
El viaje.
Dónde esta??
Árbol de felicidad.
jueves, 17 de septiembre de 2009
Cloudy ♫
Cloudy is the day, rains stay with me
One step closer of the dream
Thinking in you between clouds
That together the rain makes me feel special things.
And I feel you skin together me
And hug me and I kiss you
Stay us forever here
The blue sky reflect in your eyes
The with snow born in your skin
And I dream the dream that makes me feel special things
And I feel you breathe together me
You love me, I love you.
Stay forever here.
I never hurts you
I only want repair you hearth
You never hurts me
You only makes me feel special things
The Past was closed
I need you, you need me
I wanna fly together you
Together forever
martes, 15 de septiembre de 2009
Por un Puñado de Arena.
“No quiero más”, se decía Pastelita sentada en la arena mirando al mar.
“¿Por qué a mi?”, se repetía una y otra vez. Sentía tanta rabia y pena por haber discutido con su familia así que agarró un puñado de arena y lo tiro a cualquier lado, cayéndole a pastelito.
- ¡Ey!, fíjate en lo que haces – le gritó Pastelito
Ella lo miró dándose cuenta de lo que había hecho
-¡OH!, perdón, no fue… no fue mi intención – le dijo ella secándose las lagrimas.
Pastelito al voltearse para ver quien le había tirado arena, vio un cabello negro reluciente y unos ojos azules que sobresalían de la piel blanca. A Pastelito le llamó la atención los ojos que mostraban una tristeza profunda, que hacían que él también sintiera aquella tristeza.
-Disculpa, no me di cuenta – le dijo Pastelita sacudiéndose las manos en sus pantalones.
Dispuesta a marcharse y con un poco de vergüenza miró a la cara de Pastelito.
-¿Qué te pasó? ¿Estás bien? – Le preguntó Pastelito preocupado por ella.
- Estoy bien, sigue con tu camino y disculpa por tirarte arena- Respondió ella.
Así Pastelita dio media vuelta y se marchó.
Pastelito después de verla marchar se quedó pensando en ella, no podía dejar de ver su rostro en su mente, el rostro de aquella chica llorando.
Llegó a su casa y caminó directamente a su pieza sin escuchar lo que su mamá le decía, su hermana lo encontró mirando las estrellas, entonces va y le pega un pape:
- Despierta Pastelo, la mamá te llama para tomar once.
Pastelito se asustó y le costó reaccionar a lo que su hermana le decía.
- No tengo hambre – dijo volviendo a mirar hacia el mar.
- Uy, ¿te enamoraste?, te caché.
Pastelito recordó que la última vez que se quedó pensando de esa forma en una Pastela fue hace mucho tiempo y era porque le gustaba, pero esa Pastela fue mala con él.
- No, mentira, ¿Qué sabes tu?, déjame solo – Le dijo Pastelito a su hermana.
- Estás enamorado, te conozco, hoy te vi con alguien, ¿Quién era?
Pastelito no respondió, tomó su cuaderno y dibujó a Pastelita sentada en la arena, así se durmió, sin darse cuenta.
Era de mañana y Pastelito se despierta por el cojinzazo que le da su hermana.
- Despierta enamorado, hay que tomar desayuno, hoy la mamá quiere ir a la playa.
Pastelito tiró el cojín al suelo cayéndose el cuaderno con el dibujo de Pastelita.
Así se acordó de lo que había pasado el día anterior. Miró a la playa y pensó en encontrarse con la niña que vio llorando. No sabia por qué quería hacer eso, pero no dejaba de preocuparse por ella, quería verla.
Se vistió, tomó desayuno muy animado, sin importar las malas caras de sus padres.
Mientras Pastelita se encontraba sola, decidió dar una vuelta a la playa, necesitaba pensar.
Pastelito muy ansioso miraba para todos lados quería verla pronto, quería ver ese rostro dulce que pedía ayuda indirectamente. Pasó el rato y ¡no la encontraba!, entonces Pastelito se sintió triste y decidió quedarse al lado del quitasol mientras su familia se bañaba en el mar.
Pastelita al llegar a la playa vio que había mucha gente y ni un lugar para poder ella sentarse, igual siguió caminando en busca de algún lugar, así pasó enfrente de Pastelito quien lo llamaba su hermana.
-¡Pasteloooo, Pasteloooo!
Entonces el miró y vio a Pastelita, estirando la toalla, en vez de mirar a su hermana. Se puso nervioso y no sabia si acercarse o no.
- Oyeee, sordo, pásame la cámara –le dijo su hermana.
Entonces Pastelito se decidió ir a donde ella estaba y hablarle, necesitaba conversar con ella.
- ¡Hola!, ¿Cómo estas?, soy pastelito- le dijo él, muy ansioso y con una sonrisa de punta a punta.
Ella lo miro extrañamente pensando: “otro Pastelo rancio que quiere hablar, me haré la indiferente para que se aburra pronto”.
- Hola – respondió Pastelita un poco malhumorada.
A pastelito no le gusto como lo trató.
- ¿Te molesto?
Pastelita lo miró con indiferencia: “este pastel rancio esta decidido a molestarme”, pensó de nuevo.
- Eh, un poco, ¿Por qué? ¿Se te perdió algo?- dijo ella finalmente.
-No, no se me perdió nada, solo quería saber como estabas, ayer te vi bastante triste.
- Mmm… ¿Se me notaba mucho lo llorona?
-La verdad es que si, te vi muy triste, nunca había visto a una persona llorar así, ¿Qué puede ser tan malo para que lloraras de esa forma?
-¡OH!, problemas, cosas de la vida y Pastelos rancios- dijo ella, agachando la mirada- Siéntate, no creo que quieras estar parado ahí todo el rato.
- No puedo, dejé las cosas de mi familia a solas.
- ah, ¿Entonces me puedo sentar al lado tuyo?
Pastelito sentía que se sonrojaba y se puso más nervioso de lo que estaba.
- Si, si puedes.
Así ayudó a Pastelita con sus cosas que no eran muchas.
Al final conversaron toda la tarde, sentados, mirando el mar. Pastelita cambió su opinión sobre el. Al corazón de Pastelito cada minuto que pasaba sentía algo extraño.
Entonces a Pastelita se le empezó a hacer tarde, su familia debe haber llegado a su casa y podían estar preocupados por ella que no se encontraba.
- ¿Te veré mañana?- Le preguntó Pastelito
- Si, estaré por aquí. Adiós.
Pastelito pasó toda la noche pensando en ella.
Al otro día él fue a la playa a encontrarse con Pastelita, la buscó y buscó pero ella no apareció en todo el día. Pastelito aparte de sentirse triste, se sintió preocupado.
¿Qué le podría haber pasado?, ¿A caso, su hermana Bruja Malvada le habría hecho algo?”, pensó Pastelito.
Volvió a casa, triste, porque ella no había aparecido, miró toda la noche el cielo preguntándose donde podría estar. Así pasaron los días y ella no aparecía. Pastelito empezó a resignarse de que ella no volvería y que se había olvidado de él.
Un día Pastelito no quería ir a la playa, pero su mamá y la furia de su papá se vio obligado a ir con ellos. Sentado escuchando música con su mp3 sintió un movimiento al lado de el, al mirar vio a Pastelita con una sonrisa en su cara. Él no lo podía creer, ¡Era su Pastelita!, y estaba bien.
- Hola, ¿Me puedo sentar aquí?
- Si, si puedes… ¿Dónde habías estado?- le preguntó él, ansiosamente.
Pastelita lo miró y lo abrazo fuertemente.
-Disculpa, tuve que ir al medico, fuera de la ciudad, pero aquí estoy…bien.
- Pastelita… ¿Te puedo decir algo?
-Dime.
-No he dejado de pensar en ti, tu sonrisa me llena, y haces que sienta mariposas en mi estomago…
En ese momento Pastelita le interrumpe:
-Shhh… yo tampoco he dejado de pensar en ti, estaba decidida a dejar al amor fuera de mi corazón, pero tu hiciste que volviera a sentirme bien…
Entonces Pastelito va y la besa y ella le responde también.
-Quiero quedarme contigo, no me dejes sola – le dijo ella a Pastelito, mirándolo con ternura.
-No, nunca te dejaré sola.
Así se quedaron los dos abrazados, mirando el mar, como todas las tardes que siguieron juntos.
Estación Felicidad II
sábado, 12 de septiembre de 2009
Estación Felicidad
“Aaahhh…qué hora es?...” se pregunta el Pastelito viendo el despertador de su celular. Dan las 6 am y es hora de levantarse en su vida, sus pantuflas cubren sus pies del frío matinal, y su cara blanca muestra las marcas de su almohada. El agua tibia lo despierta junto a su café con leche de costumbre. Ahora se encamina a su otra costumbre, viajar en metro. Siempre las mismas personas, pero una sobresalía de todas. Introvertida, de piel blanca como la nieve y ojos azules soñadores, atraía la mirada de Pastelito todos los días, pero no sabía como hablarle. Un día Pastelito iba atrasado a la U y choca con ella, ambos en el suelo se ven y se reconocen y ella le dice “…Estas bien??...”. Pastelito fue encantado por la melodiosa voz de ella, y solo atino a decir “…si…como te llamas??...”. Ella dice “ Soy Pastelita Dulce, tu debes ser Butano, asi dice tu polerón”. El dice que si, pero que se llama Pastelito. Dentro de él no sabía como por un mero minuto perdido en su casa limpiando una mancha de leche en la mesa, le permitió hablar con ella. Se fueron todo el camino hablando de la vida, y los gustos de ambos. Pastelito tenía una nueva costumbre diaria, llegar al metro para hablar con Pastelita. Asi sus viajes eran distintos al de los demás, sus risas llenaban un monótono silencio de la gente. Asi con el tiempo Pastelito fue sintiendo cosas en su corazón de gomita, y le costaba ocultar eso. Pastela noto el cambio de Pastelito, y también con el paso del tiempo sintió cosas por el, pero no sabia el porque del cambio de Pastelito.
Suena la alarma y Pastelito se levanta, estaba decido a hablar con Pastelita de lo que sentía, pero ella no apareció, Pastelito triste se fue ala Universidad, pensando en ella. Asi llego el día siguiente Pastelito caminando con la cabeza mirando el suelo, siente una manos que le cubren los ojos y dicen “ Adivina quién soy!”. El dice Pastela de inmediato, y se abrazan como si hubieran estado lejos un siglo. Ella dice que se resfrío por jugar bajo la lluvia, que por eso no pudo ir en el metro con el, y le pregunta el porque de su cara triste al comienzo. Pastelito solo dice “ Pastela me gustas!”. Pastelita queda asombrada con esa noticia, no sabía que decir, su corazón de gomita relleno de chocolate estaba confundido por su pasado, pero había una parte de el que decía a gritos, dile que te gusta también, pero la otra parte le decía que se callara, Pastelita en su interior le dice a su pensamiento que se calle, que ella tomara un decisión; pensó hacia si misma, y tomo una decisión, antes de darse cuenta estaba besando a Pastelito y solo dijo tu también me gustas. El día se detuvo y el metro también, cumplió su misión de unir a los Pasteles, asi el día se movió en un tren y la felicidad los siguió juntos, era un día especial, caminaron por una plaza hasta que la noche los separó, para que el día de mañana se vuelvan a ver en la estación de siempre.
miércoles, 9 de septiembre de 2009
El Trébol sin Hojas
Así ella tomo el trébol sin hojas del jardín del edén, la suerte no la acompaño, solo la decepciónde un mundo frío en donde ella buscaba un poco de calor para su corazón, que fue destrozado una y otra vez, solo pedía piedad y le entregaron rencor, ella vuela lejos de nosotros, dejando pena en un oculto corazón que ella no alcanzo a conocer.
martes, 8 de septiembre de 2009
Un chimichurri de pensamientos bajo la lluvia.
"...y asi como un monton de pensamientos bajo la lluvia me hace extrañarte cada minuto mucho más, y tu recuerdo me abraza para que no sienta la eterna soledad..."
Grito en el vacío de mi existencia, buscando que me escuches, el miedo que partas no me deja dormir, quisiera sentir tu cuerpo junto a mí. Navegamos guiados por el corazón, sin usar la razón, vivimos y morimos cada día, renacemos con la esperanza de encontrarnos
Un mundo que nos separa, y un mundo que nos une, solo buscamos crear uno propio, unir dos mitades que en si no son nada, pero que juntas lo son todo, necesidad de tenerte aquí cada día, que me obliga a vivir cada día, la esperanza no se pierde ni se desvanece, tu recuerdo que me abraza y la lejanía que me entristece.
Es invierno en nuestras vidas, dejémoslo así, nos gusta la lluvia y que las nubes adornen nuestro existir, una vida me tarde en encontrarte y una vida quiero junto a ti, crecer junto a ti, aprendí un sentido para vivir, que nada esta perdido, y que en ti encontré un refugio cuando todo esta perdido. Un abrazo que nunca llega, no se cuanto me falta para llegar a ti, se acerca la oscuridad de nuevo a este rincón, desolado por tu ausencia, y sin perder la convicción, dejo que el oráculo de los sueños muestre mi futuro junto a ti.
La lluvia en medio de la noche, busca romper el silencio de esta eternidad, escucho como tus lagrimas se mezclan con las gotas que caen sin cesar, pregunto donde estarás, envuelto por la humanidad ciega, sorda y muda, rodeado por tantos, supe que vivía en el vacío, quiero saber como termina esta película que se llama vida, no quiero un final de terror, solo espero encontrar uno de amor, el perfume de tu cuerpo se mezcla con la tierra mojada, aun viva tu recuerdo en mi cama, tu sombra me susurra al oído que me amas, y sus brazos cubre mi cuerpo que te llama.