martes, 1 de septiembre de 2009

Nuestro cuento de Pasteles


Fue un día sin ti, no se como puedo empezar a escribir esto. Ayer fue la ultima vez que hable contigo, y t prometí volver, lo siento no lo pude hacer. Nuestro medio de unión me fue despojado, tuve que escaparme para buscar algo para saber de ti. Pero no puede llegar a tiempo, llegue tarde, y te falle nuevamente. Lo siento. La desesperación me invadió, tu recuerdo lo sentí lejos, y el miedo me abrazo fríamente, miedo de perderte, miedo a no saber más de ti. Como nunca tuve miedo, como nunca necesite de ti a mi lado. Esta será otra noche eterna sin ti, y solo busco aferrarme a ti en un sin fin de palabras que nos dijimos. M remonto a meses para buscarlas, momentos de nosotros.

Un año ya q compartimos ideas, pensamientos, cariño, y más cosas. Hace un año que nos dijimos el primer hola, hace un año nuestro camino se unió, y nunca pensé que todo llegaría a esto. Todo partió con eso. Y el recuerdo escrito más lejano que tengo de ti parte con un hola también. De a poco nos fuimos extrañando. Nos hicimos cercanos, muy cercanos para el mundo, pasaron parejas tuyas y mías, pero nosotros seguimos aquí, casi juntos, tal como ahora físicamente, con la misma distancia separándonos, pero interiormente mas unidos que nunca. Es lindo leer que un día reuniré las esferas del dragón para pedir un deseo tuyo, y tú querías un perrito, y yo quedo un perrito?? Y tu dices no...con los que tengo me basta, y dije t regalare todos los abrazos del mundo. Éramos dos personas ajenas para nosotros. Tu eras feliz con otro, y yo estaba afuera esperando que salieras para acompañarte donde me pidieras, como fiel acompañante. Las peleas sucedían a menudo. Parecíamos pareja siendo que teníamos una pareja, pero que ambos las sentíamos como personas vacías, tal vez estaban para suplir la ausencia de nosotros. Tal vez quisimos a esas personas pensando en nosotros, las besamos pensando en nosotros. Y asi surgian pequeñas cosas, sentimientos de a poco que fueron naciendo, tu pensabas en mi, y yo en ti, tu te acordabas de mi por algun motivo, por alguna cancion “…Da da da-da da
Please don't leave me
Da da da-da da
Please don't leave me
Da da da-da da
I always say how I don't need you
But it's always gonna come right back to this
Please, don't leave me

I forgot to say out loud how beautiful you really are to me
I can't be without, you're my perfect little punching bag
And I need you, I'm sorry….”

Y mi pequeña mente pensaba, esto no puede ser real, mi amor platónico se acuerda de mí, no sabia que si aun estaba soñando, estaba apunto de caer de una nube, pero había una que era tuya, que ahora me mantiene a flote en un mar que se llama vida. No había motivo racional para que te acordaras de MIA, tu no te lo podías explicar, solo estaba y eso t hacia feliz. Hablar conmigo te hacia feliz, hablar contigo me hacia feliz, juntos éramos felices, separados pensábamos en nosotros, tu pensabas en mi, yo en ti. Si de la nada recuerdas a alguien, es porque ese alguien también estaba pensando en ti. Por eso yo pensaba desde que despertaba en ti. No sabia el porque, no tenia explicación, solo preferí disfrutarlo. Pero siempre pasaba algo que entorpecía todo. Somos dos tontos, que nos queríamos tanto, pero éramos tan pasteles que nos hacíamos odiarnos y pelearnos, y para que?, para que q los minutos estuviéramos llorando, tu con tu almohada y yo con la mía, pensando porque lo dije, porque lo hice, nos sentíamos mutuos culpables de nuestras discusiones sin sentido, que solo hacían agrandar aun mas nuestra necesidad de tenernos aunque solo sea una palabra, solo saber que nos queríamos. Éramos dos tontos que peleaban para necesitarse aun más. Y así sabíamos que éramos tan importantes para el otro, que sabíamos que sin uno de los dos, no podría vivir con eso. Lo que menos queríamos hacer hacernos daño, un daño que duele, peleábamos por estupideces que arreglábamos a los 5 minutos y todo volvía a lo de antes, pero no queríamos que el uno sufriera por el otro, por eso nos pedimos mil veces alejarnos. Pero no pudimos estar ni un segundo lejos, no podía sacarte de mi vida, ni tu me podías sacar de la tuya, habíamos pasado la línea de no retorno. El camino ya estaba marcado y esa línea la cruzamos de manera ciega. Pero éramos felices. Y así fue. El tiempo pasó y no fue en vano. Aprendimos a conocernos. Podríamos escribir un libro de nosotros si quisiéramos. Sabemos como sorprendernos mutuamente. Superamos las peleas del pasado, es mas ya no hay peleas, solo metidas de patas de nosotros, propias de nuestra edad, pero crecimos con el tiempo, no soy el joven impulsivo de antes, tu no eres la chica miedosa de antes, nos aprendimos a conocer.

Éramos perfectos para nuestro mundo que escribimos con tintes de ilusión y esperanza, un mundo donde no había nada que nos molestara, no habían fantasmas ni polillas gigantes, donde las enfermedades no existían, donde llovía chocolate del cielo cuando lo pedías con muchas ganas, y un arco iris de múltiples dulces crecía en un horizonte infinito donde mirábamos como el mundo desaparecía en el mar de ilusiones y sueños que teníamos para los dos. Y mirábamos el mar, como si el día de mañana ya no estuviese ahí, veíamos su inmensidad y nos preguntábamos que habrá más allá de lo que no vemos. Queríamos explorar un infinito de cosas, caminar hacia ese infinito y no soltar nunca nuestras manos unidad como dos candados, el destino nos unió hace un año. Dejamos de tener nombre un 5 de abril a las 22:38, y así comenzamos a formar ese mundo que queríamos habitar cuando nos necesitábamos, así como ahora, escribo en ese árbol que da una sombra que sea donde este el sol nos cubre cuando queremos estar acostados en el pasto. Miro el cielo y pido que llegues, una nota cae de este diciendo volveré, espérame, tu amo y lo sabes, ten paciencia, tu nunca me dejaste y yo nunca lo haré, firma una lagrima que cayo mientras lo pensabas. Escribiré la carta de navidad, un día tú escribiste una, n hace mucho, pediste un Pastelito como yo para navidad, me tendrás antes de navidad, yo también te pediré como regalo de navidad. Aun creemos en Santa Claus, el vive en el esquina de nuestro pasaje, sale a comprar todas las mañanas un pan de miel, barre las hojas de su casa sagradamente a las 9:30 y cuando nos ve nos saluda amablemente.

La distancia aun no separa, y siempre nos separo, pero sabíamos que cada palabra que nos decíamos era estar mas cerca, me contabas tu día, donde caminabas, lo que hacia, cuantas veces te acordaste de mi y yo te contaba mi día, las veces que me quedaba dormido en clases, y dibujaba tu rostro en una hoja que fue mi mayor obra de arte. El tiempo sin ti pasa lento, muy lento, cada segundo pesa una tonelada y cuesta tanto que se mueva, nuestra historia es eterna. Me dedicare a leerla, nuestro libro que escribimos a costa de nuestras vidas, nuestras penas y alegrías, de peleas y momentos de cariño, de veces que nos buscábamos para estar juntos y de mil sueños que tenemos juntos, y que hacen que el mar de nuestro mundo sea cada día mas grande, y que nos maraville cada puesta de sol aun mas con su inmensidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario