Perfección

Lo siento por no ser lo perfecto que tu buscas. No soy alto, mucho menos rubio o de ojos claros. Mi pelo está siempre desordenado y no tengo rizos perfectos al aire libre. Mis ojos son comunes y corrientes, no son un pequeño lago turquesa donde puedas ver tu cara reflejada. Mis mejillas no son redondas y pequeñas, son más bien parecidas a las de un hamster. Mido lo que mide el promedio de la población (ni más ni menos). Tengo reservas celulo-adiposas para el invierno y no se me marcan mis pectorales ni los vientres de mi rectos abdominales. Tengo imperfecciones en mi cara típicas del estrés y el mal sueño. Tengo ojeras producto de las cientos de noches en vigilia leyendo algo. Mi barba no es tan sexy como la de George Clooney o tan ruda como la de James Hetfield. Tal vez mi nariz sea de lo mejor que tengo, pero tiene una cicatriz debido a mi curiosidad infantil. Mis dientes no son el sueño de un ortodoncista y mi sonrisa no es digna de un comercial de dentífricos. 

Mis manos no son finas como las de un pianista de gran nivel. Los cueritos que a veces asoman producto de mi nerviosismo y como dicen las madres "de comerme las uñas". Mis brazos no son los de un luchador o los de un tenista, mi torso no es el de Beckham o de portadas de esas revistas como Vogue. 

Mis piernas no son el ejemplo de alguien que va al gimnasio y mis pies blancos contrastan con el resto de mi cuerpo expuesta al sol desde que tengo uso de razón. 

No me visto a la moda y es muy probable que no tenga buena gusto. Algunas de mis poleras me quedan anchas y otras demasiado ajustadas. No canto bien (a menos que sean gritos), mi música no es la más melodiosa ni popular y no creo que mezcle con tus gustos (al menos yo si soy capaz de disfrutar un disco de The Smiths en una viaje del metro en pleno invierno). No leo novelas u otro tipo de literatura muy seguido, no se mucho de cine o de pintura. No voy mucho a ver exposiciones de arte o conciertos en teatros. No soy el seguidor de las dietas más saludables del mundo, ni amante de todos los seres vivos sin que más de alguno me de asco o realmente me desagrade. Soy de un genio horrible y mi animo muchas varía por la suerte (o mala suerte) del día. 

No me gusta hablar de mi porque soy muy distinto al común de las personas y no soy un "astronauta" que te pueda sorprender con cada cosa que diga de mi. Por el contrario, sólo genera incertidumbre y a lo más un poco de curiosidad. 

Soy la peor persona cuando siento que me hacen daño y la amistad no la regalo como si el mundo se fuera acabar (de hecho amigos considero a gente que cae en una mano). 

Sufro de insomnio.
Mi letra es fea.
Soy muy tímido.
Impulsivo y explosivo.

No soy perfecto y por esto que me queda claro porque el juego acabo para mi. 

No calzo en tu mundo. Mejor suerte para la próxima.

Toma un lapiz y traza tu propia perfección, puede que no tenga nada de ella, pero soy más real de lo que piensas...

Papeles

Odio los papeles, me carga hacer trámites y en cierta manera les tengo miedo. Creo que eso me hace odiarlos, sentir estrés al saber que tengo que hacerlos y eso me produce dejarlos para después y después, lo que conlleva a que estos den vuelta en mi cabeza todo el día, sienta un terrible dolor de estómago y mi ánimo esté por el suelo.

A veces tengo la intención de mandar todo a la mierda y no hablarle a nadie. Me siento inútil y tal vez frágil.

Malditos papeles que me hacen dudar, sentir miedo y estar horrible de cara.

Que la semana pase luego y volver al ritmo de vida que sólo me da espacio para recordar que tengo que comer y respirar. Mi cabeza estará ocupada y tal vez tenga que borrar muchas de este verano para guardar la avalancha de cosas que tengo que aprender.

Incertidumbre, tal vez sea todo y el principio que nos mueva junto al amor. Dicen que el amor hace el mundo girar (si, las Chicas Superpoderosas lo dijeron).

Sólo esta semana, a darle con todo.

Gula emocional

Es extraña esa sensación de sentir que nada de los haces o vives te hace sentir pleno. Creo que muchas han ignorado un real concepto de felicidad, pensando esta como una especie de condición que llega, casi como un sustantivo.

Nos sentimos vacíos e insatisfechos de logros.

Estamos con una enorme gula interna, siempre queremos más y más, sin pensar en lo que realmente devoramos y sin siquiera disfrutarlo.

Es bueno detenerse, que el viento sea tu guía. Detenerse en una fría noche del fin del verano, a escribir algo que necesita salir. Mirar las estrellas o la luna, mirar el cielo en el día y disfrutar ese pequeño momento, un momento diminuto dentro de nuestras cortas existencias para disfrutar de lo simple. Del aire, las aves, de las piedras o de simplemente estar vivo y tener el privilegio de vivir.

Asume la felicidad como un modo de vivir más que un estado pasajero.

Disfruta los pequeños momentos de paz y reflexiona de lo que haces, ya que inevitablemente nuestro presente, marcará la senda del rumbo.

Siguiente paso

Es difícil decidir el próximo paso.
Tal vez sea necesario pensar como en el ajedrez, analizar bien que consecuencia podría tener mi siguiente movimiento.
O pensar como un general de guerra, reagrupar mis tropas después de mi última acción y así poder planear la estrategia del siguiente paso.

O simplemente dejar fluir todo, callarme alguna vez y ver que todo siga su curso normal.

La vida es complicada y eso la hace entretenida.
Las vacaciones terminan y comienza la verdadera vida, estoy ansioso de comenzar luego el año (en lo que se refiere a productividad).

Imagen muy random de una conversación más random aún...