jueves, 29 de abril de 2010

Cafetería.


"...y quien sabes si así conoces a tu esposo?, un loco psicopata, que en el fondo es la única excepción...tan dulce como el caramelo...uno choca con el amor y no te das cuenta hasta que lo extrañas..."


“Hoy es el día mas aburrido y lento de la semana” –pensó Joaquín. Trabajaba en una cafetería bien concurrida, pero aún así este día en especial a él se le había hecho largo y sin nada interesante.

-Joaco ¿Podrías atender a las señoras de ahí? –le dijo su compañera de trabajo señalando a unas mujeres que rondaban los 40 años.

Joaquín accedió de mala gana ya que esas señoras le daban una mirada “acosadora” y a él no le gustaba –“Podrían ser mis madres” –se decía cada vez que las veía.

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-No quiero ir allá –le decía Claudia a su prima Mady -¿Podemos ir a comprar ahora lo que quieres?, ¡¡y luego comerás todo lo que quieras!!

-No, jaja, quiero comer ahora, vamos, sígueme –dijo Mady arrastrándola del brazo hacia la cafetería -¿Qué quieres? Yo invito.

-No se, nunca he tomado un frapuccino o esas cosas, además no me gusta el café, compra tu, yo no quiero nada, gracias.

-¡¡Eres gruñona!!... ven, sentémonos aquí.

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Joaquín terminaba de atender a las señoras pervertidas cuando vio que entraban 2 jóvenes. Una de ellas muy entusiasmada recorría con sus grandes ojos el lugar y la otra, se notaba que estaba molesta por algo. Se sentaron en un rincón cerca donde estaba él y decidió ir a atenderlas.

-¿Qué les puedo servir? –dijo

Mady muy animada leía la carta de menú.

-No se, nunca he estado aquí –dijo Claudia con tono pesimista

-¿Qué nos recomendarías? –preguntó Mady

-Umm, bueno…yo…a mi me gusta el frapuccino de frutilla, tiene…

-Algo que no tenga café, por favor –interrumpió Claudia

-Es que…este….sabes…ni se les siente el sabor a café, pero de verdad te lo recomiendo.

-Ya, ya, podrías traer 2 de esos y umm, unos de estos quequitos –dijo Mady señalando la carta de menú

-Ok, en un momento

Joaquín llevó el pedido y mientras esperaba miraba hacia aquel rincón…

-No seas cerrada, él recomendó eso, súper buena onda, así que…pliiiiiiiiiiiss, cambia esa cara –le rogaba Mady con un gesto en la cara

-Ya oh, pero yo sigo creyendo que deberíamos comprar antes lo que necesitas y después comer.

-Ya…Umm…cambiando de tema, ¿Te diste cuenta cómo te miraba el que nos atendió? –dijo Mady con una sonrisa

-¿Ah?, ¡¡no!! ¿Cómo voy a darme cuenta de eso? Estas loca, ¿Lo sabías? El hacía su trabajo. No hables tonterías –respondió Claudia mirando en dirección donde se encontraba Joaquín

“Está mirando” –pensó él y corrió la mirada que había entrechocado con la de aquella chica a la que no sabía el nombre.

-Ahí trae las cosas –dijo Mady –date cuenta como te mira

-¡¡Cállate!! – le dijo Claudia muy bajito sintiendo como su cara se ponía roja de vergüenza.

-Aquí tienen…que lo disfruten

-Gracias… -respondió Claudia mirando directamente a Joaquín.

Y sus miradas se volvieron a encontrar.

Él, muy nervioso asintió y se fue rápidamente.

-Y te sigue mirando, jajaja –reía Mady

-Ya déjate, es como todos los otros babosos que no saben disimular, aunque tenia razón sobre esta cosa, es rica y no se le siente, casi, el sabor a café.

-Admite que igual te gusta que te miren y todo eso

-Mmm..., no, no es agradable –dijo Claudia con cara de pocos amigos

-Ya…lo voy a llamar para pedir la cuenta –Mady hacia señas a Joaquín para que se acercara

“Oh, ya terminaron. Que rápidas –pensaba él.

-¡No! Todavía no termino –reclamó Claudia

-Pero si querías irte rápido ¿no?

-La cuenta, plis –dijo Mady

-Son 10.318 –respondió Joaquín

Claudia sentía como él la miraba de re-ojo y eso no le gustaba, la ponía en una incómoda situación.

“No se por qué no la puedo dejar de mirar. Sé que ella me ha visto hacerlo. Que vergüenza, debe estar pensando mal de mi.” –pensaba Joaquín

“Y lo vuelve hacer…uy! Si tenía que ser hombre, baboso. ¡Todos son iguales! –pensó Claudia

“Estos dos se miran mucho. Si a él le gusta mi prima.” –se decía a si misma Mady

-Gracias. ¿Vamos Clau? –y Mady insistía en que algo pasaba allí

-Si, emm, vamos –le respondió agachando la cabeza

-Gracias por venir, vengan pronto –“¿Por qué dije eso? –dijo Joaquín quedando inmovilizado y ni sabia por qué.

Claudia tomó del brazo a Mady y la llevó rápidamente lejos de aquel lugar.

“¿Qué fue eso?” se decía una y otra vez. Mady reía confirmando que algo pasaba ahí y estaba segura de que lo iba a averiguar.

Después de que Mady compró lo que quería, volvieron a casa de Claudia.

Al llegar se encontró con la desagradable sorpresa de Gaspar conversando con su madre. “No podía ser peor este día” –se dijo.

-¿Qué quieres? –le preguntó

-Te vine a ver ¿A caso no puedo?

-No, no puedes, hoy no. Estoy ocupada, no ves que tengo visita –le dijo con el peor tono que podía encontrar en ese momento.

-¿Podemos conversar de algo? Solo es un rato y te dejaré tranquila.

-Bueno, que sea rápido porque estoy ocupada, vamos a fuera –dijo saliendo a la calle

-Yo te venia a ver…

-Eso ya lo se, ¿Qué quieres? –le preguntó con una mala actitud

-Claudia por favor, yo…

-Tú nada, si no es algo importante, como una muerte o algo que tengamos en común lo cual es nada, no quiero saber de ti y te pido por favor que te vayas. Desaparece, eso haces siempre ¿No? Me dejas tranquila. Yo sigo con mi vida, tu con la tuya, se feliz, yo lo seré, ¿Ya?

-No fue mi culpa y lo sabes…-Alcanzó a decir Gaspar

-No, si no, tu nunca tienes la culpa pero yo si. Vete, de verdad, ándate. Te lo he dicho en millones de tonos y no entiendes y se que no eres enfermito así que por fa’ ve con las plásticas y se feliz –dijo Claudia dándole la espalda a Gaspar

-De verdad, creo q me merezco una 2da oportunidad

-¿Tú? –Dijo ella con tono sarcástico

Y lo dejó hablando solo. Era una estupidez que fuera a su casa a pedir 2das oportunidades. No, ya no. Claudia solo intentaba de olvidar aquella relación y avanzar con su vida, lo cual ella intentaba de hacer pero Gaspar…por lo que se veía, no.

-¡Uy! Que estas enojada, de verdad olvida eso, te hace mal –Le dijo Mady

-Ya, si no importa

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Joaquín las vio alejarse rápidamente. Ahora solo tenía el recuerdo de ella. ¿Qué podía hacer? Solo sabia que su amiga la llamó Clau = Claudia, pero nada más. “Es solo pasajero, no volverá. La ahuyenté, ahora creerá que soy un psicópata.

Al final, el día de Joaquín transcurrió en el mismo tipo de pensamientos como ese. Hasta que llegó la hora de irse a casa, no se había percatado de que pasó pensando en ella mucho tiempo y era hora de ir a descansar. Tomó la micro que siempre pasaba tarde, luego en el metro se fue sentado en el suelo. Intentaba de no pensar en el día de hoy pero no podía, no, no podía. Volvía a repasar todo, desde que entró con mala cara hasta que se fue nerviosamente del local. “¿Por qué dije eso?, ni se por qué. Fue lo único interesante de mi día y lo eché a perder. Soy un tonto…”

Llegando a su casa, no había nadie de su familia. Cocinó algo para él y se recostó en su cama quedándose dormido.

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-Hoy a la Claudia le echaron ojo tía, ajaja –decía Mady

-¿Si?

-¡No! Ya Mady déjate con eso. No fue nada mamá así que no preguntes más

-Pero si siempre te pasa lo mismo ¿Qué le vas hacer? –dijo su mamá

-Nada mamá, nada. Solo que me aburre que me miren con esa cara de psicópata, ya me basta el Gaspar que haga esas cosas.

-¿Y si así conoces a tu esposo? –Mady se puso a reír

-Imposible ¿Un psicópata? Olvídalo…-dijo Claudia haciendo un gesto con la mano –iré a descansar ya que esta saltarina me hizo recorrer el mall entero

Al caer la noche Claudia pensó en el momento en que la mirada de él, el joven que las había atendido en la cafetería, había chocado con la mirada de ella y así se quedó dormida.


Era el día libre de Joaquín y no quería estar en su casa. No tenía a nadie que lo acompañara a algún lado. “Iré al Museo, no tengo nada que hacer y no quiero quedarme aquí” –dijo Joaquín, tomando su mochila.

Tomó el metro en dirección al Museo. Joaquín iba escuchando música. Veía como la gente subía y bajaba del metro cuando la vio, sentada a unos pasos de distancia de él.


Claudia se había levantado temprano para hacer trámites e iba en el metro escuchando música en su mp3. Su mente esta en otro lado. Se sentía extraña ese día. Alegre, sin saber el por qué, estaba ansiosa con ganas de saltar y gritar cuando lo vio.

Sus miradas chocaron otra vez y los dos quedaron paralizados pero no dejaron de mirarse.

Joaquín se puso nervioso, “Me esta mirando, se dio cuenta que estoy aquí. Va a salir corriendo y me denunciará por que cree que soy un psicópata” –pensó

“¿Cómo es que…? ¿Por qué…? ¿Sabía? ¿Me siguió? No, no creo. Está mirando, yo… ¿Le hablo o hago como si nada? No haré como si nada, porque sabe que lo vi. Mejor le pregunto así saldré de dudas…” –se dijo Claudia.

El metro se había detenido en una estación, cuando Claudia se paró en dirección a Joaquín. Pero él, del susto, salió antes muy apurado como si necesitara aire en aquel subterráneo.

-¡Oye!, espera. No arranques, no te voy hacer nada, solo quiero hablarte –“creo” –Tú...yo…ummm... -“¡Dios! No se me ocurre nada” – ¡Tu eres el joven de la cafetería!

-¡Ah! –“Me está hablando, no gritando. ¿Qué le digo?” –Sí, yo soy el de la cafetería, te recomendé el café…eso –“Que tu mente no vague ahora” se dijo Joaquín.

Y el nerviosismo los bloqueó a los dos. Aunque había silencio no era ese tipo de silencio incómodo, no, simplemente era “ese” silencio.

-Me gustó tu recomendación de ayer. Pensé que tendría mucho sabor a café y no fue así. Me carga el café, jajaja, y bueno ayer no andaba de muy buen humor. Disculpa si te traté mal.

-No, para nada, no hiciste nada malo.

-¿Vas al trabajo? –preguntó ella intentando de salvar la conversación.

-No, hoy es mi día libre. Iba al Museo, no quería estar en casa, entonces se me ocurrió visitar el Museo y despejarme un poco del trabajo. Tú…

-Ah…

-Sí –“Se está acabando la conversación y será la última vez que la veas y te odiarás por eso” - ¿Tú vas al Museo? –“¿Qué tipo de pregunta es esa?”

-¿Yo? Sí, sí voy. Es uno de mis lugares favoritos para visitar. Es raro porque las personas naturalmente…

-Prefieren una caminata o cenas románticas –dijo Joaquín terminando la frase.

-¡Sí! Tú…vas solo ahora ¿No?...Yo…-“Pregúntaselo, pregúntaselo” –Claudia sentía como se sonrojaba.

-Voy solo ahora. ¿Quieres acom…? –“Ahora si que creerá que eres un psicópata y saldrá corriendo” –Joaquín se puso rojo como tomate al igual que Claudia

-¿Ir contigo? Que loco. ¡No tú! No, no. Me refiero a la situación. Pero bueno…yo…me gustaría ir. Hace mucho que no voy y no se de que me he perdido –“Estás aceptando la invitación de un extraño”.

Joaquín y Claudia pasaron el día juntos en el Museo. Ella no hizo los trámites, pero no se arrepentía. Sabía que estaba pasándola bien con él.

El sol estaba escondiéndose y recién los dos asimilaron que el día había pasado rápidamente.

-Tienes que ir a tu casa –dijo Joaquín –No es que te esté echando, ni nada por el estilo, pero es tarde y tenías que hacer unos trámites. Supongo que en tu casa deben estar preocupados…

-Jajaja, sí, supongo que deben estarlo. Pero la he pasado muy bien hoy. Creo que es hora de que me vaya ¡Se pasó el tiempo volando! –dijo Claudia

-Si. Supongo que si. –dijo Joaquín con un tono poco entusiasta.

-Bueno. Me voy. Pero me gus… -“¿Lo invito yo o no?” Dudaba Claudia

-Podríamos seguir en contacto. Si quieres, obvio, sino…lo entenderé –“No quiero dejarte ir”-Este es mi número y me puedes llamar o si prefieres que yo te llame. Bueno ahí ves tu –dijo él dándole el número de su celular.

-Ya. Listo. Me voy. Cuídate mucho, y nos vemos. Chao. –se despidió distante.

Era solo alguien que recién había conocido.

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-¿Por qué llegas tan tarde? Ni siquiera llevaste tu celular. Estábamos preocupados por ti –le dijo la mamá de Claudia

-Yo. Es que… me encontré con un ex compañero de colegio y…me quedé conversando. Se me pasó la hora. Lo siento –mintió Claudia

Claudia se fue a su pieza cuando entró Mady.

-¿Segura de que fue un ex compañero de colegio? Claudia no me mientas. No fue así. Ahora dime que te pasó para que te brillen los ojos y sonrías de esa manera.

-¿Ah? ¿De qué hablas? Mady. Shhh, no hables tan fuerte que te pueden oír. Ya. Ok. No fue un ex compañero, me encontré con Joaquín, o sea, el tipo que nos atendió ayer en la cafetería. Así se llama –le contó ella –Mentí porque mi mamá se iba a poner exagerada con la situación y además no hice ningún trámite.

-Uy. Si yo sabía que ahí pasaba algo más.

-Mady! Apenas lo conozco…pero fue genial pasar el día con él-dijo mientras se sonrojaba.

-Uiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!!!!!!!!!!!!-grito Mady.

-Shhh!!!!-respondió Claudia.

-Cuéntame todo, ¿te beso? ¿Lo besaste? ¿Se verán de nuevo? ¿ Se abrazaron? ¿Anduvieron de la mano? ¿Te gusta? ¿Le gustas?

-Ay!...lo vi en metro, y estábamos nerviosos…y no lo bese, me abrazo un poco, y ay!no se, no se…debo dormir Mady…mañana…

-Lo veras de nuevo- interrumpió Mady. Lo sabía, Uds. puro amor.

-No seas loca, debo trabajar, lo sabes, buenas noches.

-Ya vaya a soñar con su Joaco, buenas noches-mientras Mady la abrazaba.

Mientras tanto Claudia al irse a dormir pensaba “¿Lo llamo o no?...parece una arrastrada si lo hago, pero si no sentirá que no me importa…¿un mensaje?...si mejor…a ver…Hola!...Como estás?...llegaste bien?...yo estoy bien…gracias por la tarde, espero verte pronto…NO! Borra eso…mmm.....…estamos al habla…cuídate…un beso…te extraño…No, eso tampoco!...xau...Ya listo, enviar…AY! Que soy Pastela …no le dije mi nombre…¿se dará cuenta? no creo que sea tonto…” y en ese momento le llega un mensaje de un numero extraño…

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Mientras tanto Joaquín llegaba a su casa, para variar no lo habían esperado a tomar once, saco su tazón de Starbucks y se hizo una leche y unos huevos revueltos…pero no podía dejar de pensar en la tarde con ella…Claudia daba vueltas en su cabeza muy seguido como un satélite…”Estará bien…abra llegado bien a su casa, me hablara de nuevo…debe pensar que soy un ñoño que va a Museos…Que lugar es ese para una cita…pero ella…me miraba fijo a los ojos cuando le hablaba de arte…yo hablando de arte…porque no le pregunte si tiene novio…y para que preguntar eso? ¿Me gusta?...Me gusta!!!...mientras se ahogaba con leche…le mandare algo…Hola…¿llegaste bien? ojalá que si, descansa es tarde, cuídate…nos vemos…un beso J…Listo…Fuck!no le dije quien era…soy demasiado Pastel ¡” y así se fue a dormir.

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Los días pasaban en la Cafetería, y Joaquín se aburría, miraba la gente, atendía, pero solo esperaba que Claudia llegara de nuevo…pero no fue así ese día…

-Joaco!!!Atiende a ese caballero…es la tercera vez que te digo!!!!

-Aps…emm …si si…-mientras el pensaba en el mensaje de anoche que recibió.

Así empezaron a hablar, solo por mensajes, y se pinchaban, Joaquín al terminar su jornada tenia al menos unas 25 pinchada de Claudia, y un par de mensajes sin mucho sentido…

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-Mady!!!!! ¿Estás? vamos a tomarnos algo? Mady po!-gritaba Claudia por la casa- apúrate.

-Ya voy…

Ambas habían quedado de acuerdo de ir de compras y pasarían a tomar un café, cosa que a Mady al comienzo le extraño, pero supo que solo era para que Claudia viera a Joaquín.

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-Otra larga y aburrida mañana…solo espero que…Claudia!...

La vio llegar y se disponía a atenderlas pero la encargada le dijo tu te quedaras adentro, pero ella tubo que volver y dijo “Quieren que tu las atienda”.Joaquín solo sonrío y fue donde ellas.

-Hola buenos días, que desean servirse.

-Dame un Mocca Late y ella quiere servirse a un Joaco-dijo Mady mientras reía.

-Mady por Dios!...Hola Joaco…¿como as estado?-dijo Claudia sonrojada.

-Bien, algo aburrido pero ya se me arreglo la mañana- respondió también sonrojado.

-Ups…creo que interrumpo…voy y vuelvo Claudia…mmm dale un Frapuccino de Frutilla o de Chocolate.

-Ok, se los traigo enseguida.

-Joaco…puedes sentarte conmigo un rato…ósea…”hay que hago…se clara…!”Hablar, “dile q lo extrañas” y me gustaría…emmm…hablar algo que sea…

-Pucha “deja el trabajo y habla con ella…No la extrañabas tanto? Aquí la tienes…abrázala…mira sus ojos…quédate no la dejes!” estoy trabajando…pero si quieres nos vemos a las 4 aquí mismo y hablamos…-dijo algo triste.

-Aps…lo siento…-dijo ella bajando su mirada.

Joaquín volvió a la cafetería, hizo el pedido y se lo llevo a Claudia que estaba sola, al rato volvió Mady, y hablo con ella.

-Y…¿le gustas también?...que te paso…tu cara esta algo triste…

-Mmm…hablare con el…pero en la tarde…esta ocupado ahora…pucha, no debí molestarlo.

-Oye viste cuanto se alegró al verte, ya no te desanimes, lo veras mas rato. Ya vamos a comprar ropa- mientras hacia una seña para llamarlo.

-Joaco, nos traes la cuenta.

-Son $ 7.250.

Mady pago, y Claudia al levantarse llamo a Joaquín.

-A las 4 y se puntual- mientras lo abrazaba fuerte y se despedía con un beso en su mejilla.

Joaquín comenzó a retirar las cosas de la mesa, cuando vio un corazón dibujado en las servilletas, y en otra varios…las tomo y las guardo en su bolsillo

Joaquín solo quería que el tiempo pasara, pero cada segundo parecía una eternidad para el. Claudia mientras tanto tomaba sorbos pequeños de su Frapu, era hecho por el, su recuerdo mas reciente, y no quería acabarlo muy pronto, y así acompaño a Mady por todo el mall con su Frapu en las manos, se probaron mucha ropa y así Claudia paso el rato, sin dejar de pensar en lo que se venía.

El tiempo paso, y la hora llego.

El llego unos minutos antes, y ella llego puntual. Se abrazaron y se miraron fijos.

-Sorry por llegar después, ¿estoy en la hora aun?

-Si…no te preocupes…¿emmm que hacemos? vamos a…”invítala algún lado para divertirse… no a un museo…mmm que podría ser…cine?no podremos hablar…mmm”.

-Vamos al Happyland-dijeron los dos a la vez, se miraron y rieron.

Caminaron, sus manos se buscaban, se rozaban, pero tenían miedo de tomárselas.

Jugaron, rieron mucho, y después con un helado hablaron en la terraza.

-Emm…Claudia…yo…-murmuraba.

-Dime.

-Amm…lo pasé muy bien hoy contigo-mientras tomaba de su mano.

-Yo también, eres no se…-decía muy sonrojada.

-Soy un Pastel-dijo sonriendo.

-Eres un Pastelito, eso eres…pensé que eras un jote cualquiera, pero estabas más nervioso que yo, y…

-Tienes razón, sabes…

-Dime-mirando sus ojos fijamente.

-Emmm…ammm…tu “no le preguntes, pensará que solo saliste con ella porque quieres comértela” tienes novio? “eres un Idiota”.

-No, jajaja- ella reía nerviosamente- terminé hace un tiempo con un imbecil, pero él aun me sigue a mi casa, yo solo quiero volver a hacer mi vida…y tu?tu novia no se pone celosa porque sales con desconocidas?.

-Novia?-pregunto Joaco- No tengo, llevo un tiempo soltero, y bueno por ahora feliz …

-Ohh…que bien “no quiere novias, pensó Claudia algo triste”.

-Pero creo que la persona de mi vida llegara sola por accidente “esa eres tu”.

-Jajaja-sonrió ella-algún chocaras con ella- mientras lo abrazaba tiernamente.

-Si es que no choqué ya contigo “que fue eso…que dije…arréglala…” ósea con ella- dijo sonrojado.

-“dijo que era yo…que hago…ríete” Jajaja lindo…”le dices lindo a un desconocido!”

Así pasaron rato hasta que ya lo noche cubría toda la ciudad, veían como los focos alumbraban como miles de luciérnagas la ciudad. Así el la fue a dejar a casa, abrazados, mientras reían de las cosas mas simples de la vida.

-Aquí vivo Joaco, gracias por venir a dejarme, espero que nos volvamos a ver “si quiero verte de nuevo, y ojala mañana mismo”…

-De nada Pastela, gracias por hacerme reír un rato muy largo…

-Perdón? Pastela? Que es eso?-mientras reía en la reja de su casa.

-Tu me dijiste Pastelito, y tu eres Pastelita “si, quiero que seamos una pareja…”

-Que eres tierno Pastelito! “si quiero ser tu Pastela por siempre”.

-Bueno creo que debes entrar, es tarde y yo…

-Tú debes ir a tu casa…

Se abrazaron sin ganas de dejar que el otro partiera, se miraron a sus ojos y la puerta de la casa se abre, y una voz de hombre dice –Claudia, entra inmediatamente…y despidete de ese imbecil ahora mismo!!!!!-en tono muy enojado.

-Lo siento, cuídate mucho-mientras beso su mejilla.

Él solo vio como ella entro casi corriendo a la casa, mientras la puerta se cerraba, y escuchaba unos gritos de reto en contra de ella…no abandono eso hasta que se silenciaron los gritos y ver que un luz se prendía en el segundo piso…y ver como ella cerraba las cortinas. Así partió un largo viaja de vuelta a su casa, con el corazón que ella había dibujado en una servilleta en su bolsillo y su perfume en su polerón. Que importaba la hora, que importaba el metro vacío. Había pasado el día con ella y con eso ya era feliz.

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-¿Quién era ese imbecil?-decía el padre de ella lleno de ira.

-No te importa, ya estoy grande y se con quien me junto.- su cara llena de rabia e impotencia.

-Dejaras de verlo hoy mismo, nunca más.

-NO!, tu no eres nadie para decirme a quien veo o no-sus ojos se llenaban de lagrimas mientras subía las escaleras-.

Un golpe de la puerta cerró la conversación, ella solo dispuso a cerrar las cortinas y encerrarse a llorar. ¿Por qué no quiero dejar de verlo? Se preguntaba. ¿Por qué ya lo extraño?.

Toc toc! Sonó la puerta

-Soy la Mady…se puede?

-Pasa, rápido.

-Qué te pasó-mientras la abrazaba-ya estas llorando por el Joaco?.

-Jajaja-sonreía mientras secaba sus lagrimas-el no es el problema, es mi papá…quiere que lo deje de ver.

-Pucha oh!y que onda?..¿Te gusta?...le gustas?, se ve que tienen onda, los vi desde mi ventana y uii!!! Justo el tío interrumpió, ya les iba a sacar la foto a Uds. dos.

-Jajaja que eres pesada!-mientras reía nerviosamente-el es lindo, me protege mucho, me hace reír, es mi payasito, es mmm, no se…es único.

-Waaaaa!!!Si ya se enamoro. Uiiiii- mientras le hacia caras coquetas-.

-Ya iré a dormir, estoy cansada, buenas noches Mady, gracias por hacerme reír.

-Buenas noches Julieta, cuídate para tu Romeo de cafetería.

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Así ella despertó, y vio una maleta a la salida de su pieza, su padre al verla le dice:

-Empaca, nos vamos a Alemania.

-NO!no quiero, yo me quedo.-dijo mientras se volvió a encerrar.

Mientras le ponía cerrojo a su puerta busco su celular y le mandó un mensaje a Joaquín.

“Pastelo querido, te necesito urgente, ven que me quieren llevar lejos de ti, porfa…te adoro!!”

-Porfa léelo luego-decía ella-.

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-Me traes la cuenta por favor-decía una de las señoras con mirada “acosadora”.

-Bueno-respondió Joaquín.

Y mientras su celular recibía el mensaje.

De: Pastela ♥

“Pastelo querido, te necesito urgente, ven que me quieren llevar lejos de ti, porfa…te adoro!!”

Joaquín no supo como pero ya estaba en la salida del mall tomando un taxi hacia la casa de Claudia.

Al llegar escucho golpes de puerta, y al entrar vio al papa golpeando la puerta, y ella desde la ventana diciéndole:

-Pastelito, llegaste, rescátame por favor!!!!-decía en medio de lagrimas.

-Toma unas sabanas y tirate le dijo en voz baja, yo te espero aquí abajo.

Ella tomo unas sabanas, las ato y comenzó a bajar, ya quedaba poco cuando el padre de ella vio a Joaquín y se tiro encima de él.

-Tu eres el culpable de todo esto-mientras le lanzaba un feroz golpe.

Lo pudo esquivar pero al ver que el se dirigía sobre Claudia corrió a protegerla, y le llego uno seco en su nariz. Del golpe calló al suelo chorreando sangre en el pasto de la entrada.

-Joaco!!!!-gritó Claudia, que se tiro al vació en una especie de patada voladora sobre su padre. Tan efectiva fue que lo pudo botar al suelo medio inconciente.

Corrió descalza a su lado y al ver su nariz toda chueca y llena de sangre le dijo:

-Cariño!!Tu nariz está rota!!!!Lo siento es mi culpa, perdóname por…

-No digas leseras, mi nariz esta mejor que antes-dijo riendo.

Por suerte los tíos de Claudia venían llegando de su turno en el hospital y atendieron rápidamente a Joaquín, quien se quedo en el casa tomando reposo.

-Pobrecito mi cuñado, tiene su nariz rota-decía Mady, mientras Claudia había ido por algo de comer.

-Jajaja, gracias cuñada por llevarme a la Clau ese día.

-Jajaja, par de pasteles si cache que te atraía, la mirabas como loco-dijo molestándolo.

-Mady!!!Deja al Joaco tranquilo.

-Ya!!Dejare de tocar al violín,. Aps…Clau…dile eso al Joaco…-se despidió haciendo morisquetas.

-Emmm Joaco, yo…quiero decirte algo…que es importante…para mí…y para ti…ósea los dos…y que…

-Claudia…me gustas…y mucho…de verdad-dijo sonrojado.

-Awwww tu…emmm si debo reconocerlo que también me gustas y…

La habitación se silencia porque Joaquín besa a Claudia.

-No preguntes y si quiero pololear contigo, espero que tú también quieras.

-Si!!!Obvio que si cariño- mientras lo abrazaba.

-Ay!!!!Mi nariz...

-Lo siento, de verdad…

-Jajaja, caiste merme-mientras se volvían a besar.

Su padre entendió que ella no se iría, asíque con el tiempo dejo de insistir, pero no se acercó a Joaquín.

Así ambos vivieron felices.

-¿Que desean llevar?

-Quiero un Frapuccino de Vainilla, y tu amor que llevaras…-pregunto Joaquín.

-Quiero un Frapuccino de Manjar, ese peluche y un beso tuyo amor!-dijo Claudia mientras lo besaba.


Pastela y Pastelo

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