Costo, pero por fin logré darme cuenta de algo: no tienes nada de otro mundo.
Sólo eran cosas básicas de cualquier persona, pero que al ser la primera en largo tiempo, atribuí sólamente a ti, que eran tu escencia. Pero no, no son sólo tuyas, están ahí, es cosa de encontrarlas o que lleguen.
Un par de días donde tuve todo, cariño, ver series, cocinar, reir, secas lágrimas, caminar, despertar al lado del alguien, cosas básicas que había atribuido sólo a ti, pero que están en cualquier parte.
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