Mis manos no son finas como las de un pianista de gran nivel. Los cueritos que a veces asoman producto de mi nerviosismo y como dicen las madres "de comerme las uñas". Mis brazos no son los de un luchador o los de un tenista, mi torso no es el de Beckham o de portadas de esas revistas como Vogue.
Mis piernas no son el ejemplo de alguien que va al gimnasio y mis pies blancos contrastan con el resto de mi cuerpo expuesta al sol desde que tengo uso de razón.
No me visto a la moda y es muy probable que no tenga buena gusto. Algunas de mis poleras me quedan anchas y otras demasiado ajustadas. No canto bien (a menos que sean gritos), mi música no es la más melodiosa ni popular y no creo que mezcle con tus gustos (al menos yo si soy capaz de disfrutar un disco de The Smiths en una viaje del metro en pleno invierno). No leo novelas u otro tipo de literatura muy seguido, no se mucho de cine o de pintura. No voy mucho a ver exposiciones de arte o conciertos en teatros. No soy el seguidor de las dietas más saludables del mundo, ni amante de todos los seres vivos sin que más de alguno me de asco o realmente me desagrade. Soy de un genio horrible y mi animo muchas varía por la suerte (o mala suerte) del día.
No me gusta hablar de mi porque soy muy distinto al común de las personas y no soy un "astronauta" que te pueda sorprender con cada cosa que diga de mi. Por el contrario, sólo genera incertidumbre y a lo más un poco de curiosidad.
Soy la peor persona cuando siento que me hacen daño y la amistad no la regalo como si el mundo se fuera acabar (de hecho amigos considero a gente que cae en una mano).
Sufro de insomnio.
Mi letra es fea.
Soy muy tímido.
Impulsivo y explosivo.
No soy perfecto y por esto que me queda claro porque el juego acabo para mi.
No calzo en tu mundo. Mejor suerte para la próxima.
Toma un lapiz y traza tu propia perfección, puede que no tenga nada de ella, pero soy más real de lo que piensas... |