jueves, 19 de julio de 2012

Raro

Te ha sucedido de ese extraño sentimiento de no querer irte de algún lugar?

Y después te viene una gran culpa por haber dejado ese lugar...y además de eso extrañas a toda la gente que abandonas en ese lugar??

Extrañamente me pasa muy seguido desde hace unos meses cuando viajo a un lugar semi idílico, cuando emprendo el retorno a mi tierra que ya no tiene ese encanto que tenía antes.

Siempre me pasa esperando el bus que me trae de vuelta a la realidad, y más aun mirando los eternos cerros cubiertos por tímidos pastizales y rocas que soportan estoicas el frío reinante y el calor extremo de ese pueblo semi idílico.

Malditos viajes y asientos que me hacen pensar estas cosas raras, debe ser culpa del ambiente que es más puro que el de mi tierra.

Lo peor de todo, es que al volver a mi tierra me deprimo por un par de días porque se que cambie algo que quiero por algo que quería. Suena paradójico pero si lo lees bien comprenderas. 


Que me queda ahora?
No lo se...necesitaré de algún apoyo. Por ahora me conformo con que el apoyo esta siempre en mi lugar de destino favorito.

Ojala todo pudiera ser así de facil, lo apretaria lo suficiente hasta volver a ser feliz.

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